sábado, 6 de abril de 2024
azotes y abandonos
viernes, 19 de mayo de 2023
la piedra de agua
me rebosa el estómago y se me tuercen los dedos y me aprieta el cerebro y me crujen los tímpanos y se me ensanchan los ojos y me laten los dientes y me pincha el pecho y se anuda la garganta y se seca la lengua y se enfría la frente y se endurecen los huesos y se amarillea la piel y se esparcen los trozos y se mojan los huesos y se escapa el ser y se escurre el futuro y vuelvo a no poder respirar bien a nublarse el presente a pedir sin pedir sin querer ni esperar ni volver a mirar ni importar ni existir
martes, 23 de agosto de 2022
bofetada
La intuición que habitaba en mis senos se quebró y renació, amplia, única.
Las migajas del hambre no se logran ya digerir.
El barro seco, instalado en la planta de mis pies, aguijonea despiadado de madrugada.
Me hago líquida, me infiltro y desaparezco.
Un agradecimiento sarcástico, la incredulidad del presente, una bofetada por haber desobedecido.
miércoles, 17 de agosto de 2022
Mocos
Sórbete los mocos
aunque tengas un pañuelo
a mano.
Recoge, con ellos,
los desechos
líquidos
de tu cerebro.
Trágalos.
Digiérelos.
Cágalos.
sábado, 18 de junio de 2022
futuro presente
Era un hilo suave y desvaído, aquello tan lejano como imposible. Sabía que nunca llegaría, que siempre viviría aquí, en este presente, o en un mejor presente que imaginaba. Un presente paraíso, donde yo dejaba de ser yo, este cuerpo se abandonaba en ti y recibía tu cuerpo abandonado en mi. Un presente de frescura de amanecer, de calor de arena, de risa cómplice.
Pero llegó. Tal como lo vomitaba los sábados. La desnudez, los trozos rotos, la soledad. La caída. El futuro.
martes, 9 de noviembre de 2021
el desgarro
el desgarro que me surgía de las venas se ha elevado hasta infectar los dientes
y se ha suspendido perenne
se infiltró en los pulmones
me ahogué en su viscosidad
y seguí
ahora floto en él
me aclaró o enturbió los ojos y el cerebro
me dejó recluida en la esquina
mirándome al espejo salvaje de las horas restantes
apisonada por las propias suelas antiguas
sábado, 26 de junio de 2021
Atocha
Cómo fue el regresar? Cómo el despedirnos? Te fuiste hacia Cercanías, tiré hacia el metro o hacia la superficie a por un taxi. Haría calor, calor pesado y marrón de las noches del verano de madrid. Te vería alejarte y te odiaría. Pensaría en que cómo tendrías fuerza para andar, para irte, para volver. Me quedaría allí mirando tu hueco, borrosos los alrededores por el agua sobre las pupilas. Me quedaría allí, de pie, un rato, estación llena y vacía. Se me formaría un aro invisible alrededor del pecho que me comenzaría a estrujar. Me dejaría llevar o levitar, ciega, aprisionada, sola. Quizás recibiese un mensaje, tres besos, mi nombre escrito, quizá uno o dos corazones. Quizá tres corazones. Y ya estaría. Tocaría cambiar, como tantas veces antes. Olvidar. Rehacer pensamientos en frivolidad. Vendrían los silencios. Otro año más. Intentar rehacerse día a día. Pero cayendo en ti día a día para sobrevivir.